El ciclo de Tolkien parece que ha llegado a su fin con la tercera entrega de la saga «El Hobbit» que comenzó en 2012. Quizá esta última película es la más floja de las 3, y lo que más destaca en ella es el despliegue visual de las numerosas batallas que veremos. El 3D además es una delicia, y nos mantendrá inmersos en la Tierra Media, con partes especialmente épicas. Por desgracia el desarrollo de la historia está muy embarullado, con un guión que brilla por su ausencia y que acaba por despistar y aburrir. Hay puntos que deberían haberse explotado más, y quitar otros que sobran por completo. Sin embargo en el conjunto global (especialmente si la vemos en 3D), es correcto, y pone fin a esta gran trilogía. Así pues los fans de los maratones de cine estarán de enhorabuena, al contar ahora con material para llenar casi 24 horas por completo en lo que sería el auténtico ultra-maratón definitivo.
LO MEJOR:
– El 3D y los efectos especiales en general.
– La sublime recreación de la Tierra Media.
LO PEOR:
– Guión inexistente que se traduce en partes inconexas que acaban aburriendo.
– Algunas partes de las batallas van demasiado rápido y no pueden verse bien.
– Tanto los orcos como los enanos, tienen armaduras que no llevaban en otras películas, y con las que no se les puede distinguir entre las multitudinarias batallas.
– El personaje de Alfrid Lickspittle. Ni es gracioso, ni es relevante para la trama. Totalmente innecesario.
MI NOTA: 6,5
El Cine de Cinominolas 